António Ramos Rosa: la clara poesía

Nacido en Faro el 17 de octubre de 1924, António Ramos Rosa es "una de las voces más contundentes de la poesía portuguesa contemporánea", y de los poetas del siglo XX más importantes en lenguas romances, según la crítica especializada.


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El poeta António Ramos Rosa - Fuente


Como se recoge en notas biográficas sobre el autor, la mayor parte de su vida la hizo en Lisboa. Allí se formó literariamente, con la lectura de la poesía francesa, especialmente la obra de Paul Éluard, y la española, en particular la de la Generación del 27, y cultivó su interés en la filosofía. En 1951, con un grupo de amigos, fundó la revista Árvore (Árbol), quienes reconocían la importancia del surrealismo, pero tomaron distancia de él; también aceptaban el interés en lo social, expresado por el neorrealismo en boga, siempre que esto no limitara el universo poético.

Su primer libro de poesía, O Grito Claro (El grito claro) lo publicó en 1958, y desde entonces desarrolló un ejercicio poético que daría lugar a unos 50 libros a lo largo de su vida, cerrada el 23 de septiembre de 2013. También escribió ensayos y se desempeñó como dibujante. Fue merecedor de varios premios y reconocimientos, como puede verse en la referencia biográfica indicada.


Portada libro de Ramos Rosa.jpg
Fuente


En un ambiente social marcado por la Segunda Guerra Mundial, la dictadura de Salazar y la sobrevivencia de una cultura católica muy conservadora, el clima intelectual imperante estaba afectado por cierto pesimismo y desencanto. Su poesía se convirtió en una manifestación del espíritu de renovación. Como sostiene el crítico Miguel Ángel Flores:

(…) aportaba una nueva orientación a la poesía en su búsqueda de un lenguaje depurado, que elegía las palabras más sencillas para escribir versos sin rebuscamiento: el poema debía construirse con la interminable palabra en el centro de un interminable silencio. Palabra y silencio: un binomio que iba a vertebrar el sistema poético de Ramos Rosa.

Tal depuración de la palabra forma parte de una búsqueda de la elementalidad de las cosas; de ahí que su poesía ronde siempre entre los elementos naturales: sol, viento, piedra, agua, árbol, pájaro, etc., conformando un universo casi místico, donde el goce se revela en lo exiguo, con la asunción de la poesía como un ejercicio espiritual y su forma de afirmación existencial.

A mí se me presentó la querida poesía de António Ramos Rosa en una pequeña antología de sus poemas, hermosamente traducidos por el poeta argentino Rodolfo Alonso, publicada por Fundarte en 1980, luego por la lecturas que hacía la poeta y difusora Nidia Hernández en su programa radial "La maja desnuda", y por una también breve antología preparada y traducida por el poeta Eugenio Montejo, publicada por el Fondo Editorial Pequeña Venecia en 1996.

Reproduzco a continuación dos partes de su poema "El grito claro", "Poema" y "Monólogo", los tres de mi profundo afecto.


Dibujo de ARR.jpg
Dibujo hecho por el poeta - Fuente


El grito claro

1

En cualquier parte un hombre
discretamente muere.

Irguió una flor.
Levantó una ciudad.

Mientras el sol perdura
o una nube pasa
surge una nueva imagen.

En cualquier parte un hombre
abre su puño y ríe.

2

Este hombre que esperó
humilde en su casa
que el sol lavase la cara
de su disgusto

Este hombre que esperó
a la sombra de un árbol
cambiar la dirección
de su pobre destino

Este hombre que pensó
con una piedra en la mano
transformarla en un pan
transformarla en un beso

Este hombre que se detuvo
en medio de su vida
y se sintió más leve
que su propia sombra


Conciencia de la propia humanidad, de su precariedad y su luminosidad, del destino y sus posibilidades: podría sintetizarse así la compleja densidad de estos dos poemas integrantes del poema "El grito claro", que propone ya el sentido de la inquietud frente a la vida y el mundo.


Poema

Las palabras más desnudas
las más tristes.
Las palabras más pobres
las que veo
sangrando en la sombra y en mis ojos.

¿Qué alegría ellas sueñan, qué otro día,
para qué rostros brillan?

Busqué siempre un lugar
donde no respondiesen,
donde las bocas hablasen en un murmullo
casi feliz,
las palabras desnudas que el silencio viste.

Se reuniesen
para una nueva alegría,
que el pequeñito cuerpo
de miseria
respirase el aire libre,
la multitud de los pájaros escondidos,
la densidad de las hojas, el silencio
y un cielo azul y fresco.


El testimonio del poeta ante las palabras; el propósito y la búsqueda que ellas, lo que son capaces de decir o de callar: he ahí el gran asunto de este poema, quizás la cuestión fundamental de toda poesía y del quehacer del poeta.


Monólogo

Perdí la infancia y las grandes horas
y busco en un árbol no sé qué intimidad
como si un sol para las manos naciese de estos ojos
pero la inocencia es rápida como el brillo
silenciosa
y existe en sí misma.

Una forma, sí, siempre silenciosa
día a día nacida de la sorpresa y constancia
día a día nacida de la inocencia, pero
¿cómo huir a esta inútil presencia?


El motivo de la pérdida de la infancia —la edad dorada, de los antiguos—, la inocencia deseada, que se busca en la misma visión clara de la poesía, pero que se nos escapa, no podemos asir.


Referencias:

Poemas de António Ramos Rosa (1980). (Selección y traducción de Rodolfo Alonso). Caracas: Fundarte.
Ramos Rosa, António (1996). Lámpara con algunos insectos (Selección y traducción de Eugenio Montejo). Caracas: Fondo Editorial Pequeña Venecia.
https://www.revistaaltazor.cl/antonio-ramos-rosa/
https://es.wikipedia.org/wiki/Ant%C3%B3nio_Rosa
Muy completo ensayo sobre su obra poética:
https://www.uam.mx/difusion/revista/julioago03/maflores.html
Portales donde hallarás una buena selección de su poesía:
https://vomiteunconejito.wordpress.com/2020/03/25/poemas-de-antonio-ramos-rosa/
https://sites.google.com/view/antonio-ramos-rosa-poemas/p%C3%A1gina-principal
Programa radial "La Maja Desnuda" dedicado a António Ramos Rosa

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Gracias por su lectura.


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