Saludos. En su reciente publicación para la comunidad @beentrepreneur el amigo @emiliorios nos deja un conjunto de reflexiones e interrogantes sobre la posibilidad de emprender en la edad dorada, la de los adultos mayores.
Lo primero a considerar es que la edad no debería ser limitación para iniciar cualquier emprendimiento. Claro está, es un asunto que no se puede generalizar. Que alguien pueda o no desarrollar actividades productivas a una edad avanzada depende de muchos factores, entre los que cuentan sus condiciones físicas y mentales.
Sin embargo, aún con ciertas limitaciones siempre es posible mantenerse activo, aunque sea a tiempo parcial.
Un ejemplo de eso lo veo en una de mis vecinas. Como la gran mayoría de las mujeres de su generación, ella pasó su etapa juvenil dedicándose al cuidado de sus hijos, más tarde en la edad madura echaba una mano con los nietos. Estaba a punto de cumplir los sesenta años cuando su esposo tuvo un ACV y no pudo seguir haciendo su trabajo de conductor en el transporte público.
Ante esa calamidad esta señora no se quedó cruzada de brazos, evaluó sus fortalezas y se dio cuenta que tenía habilidades para la peluquería, una actividad que venía haciendo en forma de hobby durante mucho tiempo. Acondicionó la sala de su casa y arrancó su peluquería. Quizá ni ella misma se imaginaba en aquel momento que su negocio iba a ser muy rentable.
Desde aquel momento han pasado casi veinte años, ya esta señora está a punto de cumplir los ochenta. Como es lógico su salud no es la misma, no conserva la misma vitalidad. Ya no puede hacer, por ejemplo, un trabajo tan extenuante como el secado de los cabellos largos, sus cansadas manos no dan para eso.
Sin embargo, ella ha decidido que estará al frente de su peluquería hasta que las fuerzas la acompañen. En la actualidad sigue haciendo algunos cortes de cabello sencillos y está pendiente de que sus ayudantes hagan las cosas bien, una de sus hijas se encarga de todo lo relacionado con la parte administrativa.
Otro ejemplo muy cercano lo tengo en mi madre, siempre se ha dedicado a la venta de ropa en puestos ambulantes, y no deja esa actividad. Hace unos dos años, cuanto tenía ochenta y siete, decidió junto a un grupo de gente inquieta como ella relanzar un mercado popular que había sido abandonado en los tiempos de la pandemia. Ahora se la pasa de reunión en reunión motivando a las personas para que vuelvan a darle vida al mercado. De vendedora ha mutado a promotora social.
Con el desarrollo del internet y las redes sociales se han creado nuevos espacios para el emprendimiento de los adultos mayores.
Hace unos años atrás pude entrar en el negocio de la asesoría de trabajos de grado vía online, eso me permitió mantenerme activo en el área académica. Ahorita, con setenta años, dedico una parte de mi tiempo a crear contenidos acá en HIVE, una actividad que puedo hacer en la medida de mis posibilidades y que siempre me da grandes satisfacciones.
En nuestro tiempo la población de la tercera edad no para de crecer y muchos de ellos han entendido la necesidad de conocer las nuevas tecnologías. Ese segmento de la población es un mercado potencial en internet.
Esa nueva realidad, la de un grupo creciente de personas mayores en internet, la están aprovechando en las redes sociales muchos creadores de contenidos.
Cada día veo más personas comunes haciendo carreras exitosas mediante la creación de publicaciones dirigidas a las personas de la tercera edad. Los temas son diversos, van desde reflexiones sobre asuntos existenciales, hasta todo tipo de recomendaciones para el cuidado del cuerpo y la mente. La verdad es que se consigue de todo y para todos los gustos.
Este sin duda es un buen tiempo para los emprendedores de la tercera edad. En verdad creo que ahora hay más oportunidades para gente como nosotros, que estamos en el otoño de la vida. Con intentar no se pierde nada, los invito a explorar en que pueden ser buenos y decidirse a dar el primer paso…
Gracias por tu tiempo.
Greetings. In his recent publication for the @beentrepreneur community, our friend @emiliorios leaves us a set of reflections and questions about the possibility of entrepreneurship in the golden age, that of older adults.
The first thing to consider is that age should not be a limitation to start any entrepreneurship. Of course, this is a matter that cannot be generalized. Whether or not someone can develop productive activities at an advanced age depends on many factors, including their physical and mental conditions.
However, even with certain limitations, it is always possible to remain active, even if only on a part-time basis.
I see an example of this in one of my neighbors. Like the vast majority of women of her generation, she spent her younger years caring for her children, and later in middle age she helped out with the grandchildren. She was about to turn sixty when her husband had a stroke and could no longer work as a public transport driver.
Faced with this calamity this lady did not sit idly by, she evaluated her strengths and realized that she had skills for hairdressing, an activity she had been doing as a hobby for a long time. She set up her living room and started her own salon. Perhaps she did not even imagine at the time that her business would be very profitable.
Almost twenty years have passed since then, and this lady is about to turn eighty. Of course, her health is not the same, she does not have the same vitality. She can no longer do, for example, such strenuous work as blow-drying long hair, her tired hands are not up to it.
However, she has decided that she will be in charge of her hairdresser's shop until she is strong enough. At present, she still does some simple haircuts and makes sure that her assistants do things right, one of her daughters is in charge of everything related to the administrative side of things.
Another very close example is my mother, who has always been dedicated to selling clothes in street stalls, and she has not stopped that activity. About two years ago, when she was eighty-seven, she decided, together with a group of restless people like her, to relaunch a popular market that had been abandoned during the times of the pandemic. Now she goes from meeting to meeting motivating people to bring the market back to life. From a vendor, she has mutated into a social promoter.
With the development of the internet and social networks, new spaces have been created for the entrepreneurship of older adults.
A few years ago I was able to enter the business of advising graduate work online, which allowed me to stay active in the academic area. Now, at seventy years old, I dedicate part of my time to create content here at HIVE, an activity that I can do to the extent of my possibilities and that always gives me great satisfaction.
In our time, the elderly population is growing steadily and many of them have understood the need to learn about new technologies. This segment of the population is a potential market on the Internet.
This new reality, that of a growing group of elderly people on the Internet, is being exploited in social networks by many content creators.
Every day I see more and more ordinary people making successful careers by creating publications aimed at senior citizens. The topics are diverse, ranging from reflections on existential issues, to all kinds of recommendations for the care of body and mind. The truth is that you get everything and for all tastes.
This is undoubtedly a good time for senior entrepreneurs. I truly believe that now there are more opportunities for people like us, who are in the autumn of life. Nothing is lost by trying, I invite you to explore what you can be good at and decide to take the first step...
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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