The story:
Like almost all families, on the 15th and 30th of each month, one must pay for several of the services that one uses at home, that is, the internet, water, electricity, the condo, food, plus other expenses and services that one has contracted, with the idea of having a better quality of life.
Therefore, both salaried people and people who are self-employed, we make a budget and set aside the money for fixed expenses, because if one neglects with them, there comes a time, that it becomes very heavy to pay them, due to the high cost of life and the fluctuation of the price of services.
In my case, the first fortnight of the month is where I make the most payments, and I always have the habit of not falling behind with the house payments. But there are times when one is presented with situations that one does not expect, and that change the plans one has.
—Good morning, Mum. How did you wake up? — I said when I got to the kitchen.
—All right, have some coffee. — he said, while pouring me a steaming rate of black coffee.
—And the old man? — I asked.
—He's lying down, he didn't feel very well. He just ran out of the medicine yesterday, and since he didn't take it, he feels a little bad. — my mum told me.
—Okay. Breakfast and I go to the pharmacy to get the remedy. By the way, Mum, here's the condo money and another part for expenses. — I commented.
—Sounds good to me, the condo has gone up a lot and falling behind on payments is going to cause problems. — my mother told me.
—Don't worry, we are up-to-date with all expenses. I'm going to look for the remedy. — I said after breakfast.
So, I went out to the pharmacy to look for the remedy, however, when I arrived at the pharmacy, the remedy that we bought, as long as it is of national brand, had run out and only the imported ones remained, which had a very different value than the usual remedy.
So when I saw the situation, I returned to the house to do a search for the remedy on the internet. And in doing so, I got myself that the remedy, was not available in any pharmacy in the city. When I asked a friend who works at a pharmacy, she told me that the medicine was indeed out of stock, since apparently one of the products used to make the medicine had not arrived with the sanctions.
When I saw that the remedy was not available in the pharmacy chains, I decided to try my luck and looked in small pharmacies, but indeed, in all pharmacies they told me that the remedy was out of stock. So I searched again on the internet, and I was able to get the remedy, but in other cities of the country.
When I saw the situation, I had no choice but to ask about the imported remedies, and when I did, there were many different brands, but the prices were excessive compared to the domestic remedies. Thus, the national remedy, which cost $10 and was out of stock, now became an imported remedy, costing $70.
Which in a country, where the average salary ranges from $150, makes it extremely expensive and very difficult to acquire. However, I was calm, because a client, had contacted me, and we had agreed that I was going to do a job for him in the week. So, I took the money from the condo, which was 50 dollars, and completed to pay for the remedy.
—Hello Rodolfo, how are you. — Hello Andreína, the manager of the condominium.
—Very well, thank you. By the way, Andreína, I'm paying for the condo between tonight and tomorrow, since I'm waiting for a client's advance. — I told him.
—Don't worry Rodolfo, you guys have never been late, so no problem. — He told me.
When I arrived at the house, I gave the remedy to the old man, and then I set about ordering the work tools, so that I could start when the client called me.
—Rodolfo, your cell phone is ringing. — My mother shouted from the kitchen.
At that moment I went out to the room where I had left the phone and took the call. The person who called me was the customer I was waiting for. And after greeting him and talking a little with him, he told me that we would not be able to do the work that week, because he had been presented with an inconvenience.
And although I was a little disappointed by the news, I decided not to pay much attention to the situation and decided to go to my work area to finish some pending things. And after sitting down at the desk to check some things, I felt a smell of burning cable, and while checking, I realized that the fan had stopped.
At that moment, I quickly got up to turn off the fan, but when I stopped, I did not notice and unintentionally knocked a glass of water off the shelf, dropping the glass of water on the computer keyboard and the cell phone.
When I left the room, I met my mother and a neighbour in the living room, I told them what had happened to me in the course of the morning and I laughed at the situation. The neighbour, very smiling, said to me: "It's a good thing you took it on the positive side, because there are days when one gets up on the left foot."
At that moment, although I was very upset, I could only laugh, I assumed that I got up on the wrong foot that day, so I left aside everything I had pending to do and stayed with the old people, the neighbor and my partner, watching a Netflix series, while I laughed at my luck that day, because I knew that in a few days everything would be fine.
Thanks for reading me.
Para leer en Español
Creative Nonfiction: Cuentas y Contratiempos. Ser optimista y reír en la vida.
La historia:
Al igual que casi todas las familias, los días 15 y 30 de cada mes, uno debe pagar varios de los servicios que utiliza en su casa, es decir, el internet, el agua, la luz, el condominio, la comida, más otros gastos y servicios que uno tiene contratado, con la idea de tener una mejor calidad de vida.
Por eso, tanto las personas asalariadas, como las personas que trabajamos por cuenta propia, hacemos un presupuesto y apartamos el dinero de los gastos fijos, ya que si uno se descuida con ellos, llega un momento, que se hace muy pesado pagarlos, debido a la carestía de la vida y a la fluctuación del precio de los servicios.
En mi caso, la primera quincena del mes, es donde más pagos hago, y siempre tengo por costumbre, no atrasarme con los pagos de la casa. Pero hay momentos en que a uno se le presentan situaciones que no espera, y que cambian los planes que uno tiene.
—Buenos días, mamá. ¿Cómo amaneciste? — dije al llegar a la cocina.
—Muy bien, tomate un poco de café. — dijo, mientras me servía una tasa humeante de café negro.
—¿Y el viejo? — Pregunté.
—Está acostado, no se sintió muy bien. Es que se le acabó el remedio ayer, y como no se lo tomó se siente un poco mal. — me comentó mi mamá.
—Vale. Desayuno y voy a la farmacia a buscar el remedio. Por cierto, mama, acá está el dinero del condominio y otra parte para gastos. — comenté.
—Me parece bien, el condominio ha subido mucho y atrasarse en los pagos va a ocasionar problemas. — me dijo mi madre.
—No te preocupes, estamos al día con todos los gastos. Me voy a buscar el remedio. — dije después del desayuno.
Así, que salí a la farmacia a buscar el remedio, sin embargo, al llegar a la farmacia, el remedio que compramos, siempre que es de marca nacional, se había acabado y solo quedaban los importados, que tenían un valor muy diferente al remedio habitual.
Así que al ver la situación, me regrese a la casa para hacer una búsqueda del remedio por internet. Y al hacerlo, me conseguí que el remedio, no se conseguía en ninguna farmacia en la ciudad. Al preguntar a una amiga que trabaja en una farmacia, me dijo que efectivamente el medicamento estaba agotado, ya que al parecer con las sanciones no había llegado uno de los productos que se usan para hacer el medicamento.
Al ver que el remedio, no se conseguía en las cadenas de farmacias, decidí probar suerte y busqué en las farmacias pequeñas, pero efectivamente, en todas las farmacias me decían que el remedio estaba agotado. Así que busqué de nuevo por internet, y pude conseguir el remedio, pero en otras ciudades del país.
Cuando vi la situación, no me quedó otra opción que preguntar por los remedios importados, y cuando lo hice, había muchas marcas diferentes, pero los precios eran excesivos comparados con los remedios nacionales. Así, el remedio nacional, que costaba 10 dólares y estaba agotado, se convertía ahora en un remedio importado, con un costo de 70 dólares.
Lo que en un país, donde el sueldo promedio, oscila en los 150 dólares, lo hace sumamente caro y muy difícil de adquirir. Sin embargo, yo estaba tranquilo, debido a que un cliente, me había contactado, y habíamos acordado que le iba a realizar un trabajo en la semana. Así, que agarré el dinero del condominio, que eran 50 dólares, y complete para pagar el remedio.
—Hola Rodolfo, cómo estás. — me saludo Andreína, la administradora del condominio.
—Muy bien, gracias. Por cierto, Andreína, el condominio te lo pago entre hoy en la noche y mañana, ya que estoy esperando el adelanto de un cliente. — Le comenté.
—No te preocupes Rodolfo, ustedes nunca se han atrasado, así que no hay problema. — Me comentó.
Al llegar a la casa, le di el remedio al viejo, y después me puse a ordenar las herramientas de trabajo, para poder iniciar cuando el cliente me llamara.
—Rodolfo está sonando tu celular. — Grito mi madre desde la cocina.
En ese momento salí a la sala donde había dejado el teléfono y tomé la llamada. La persona que me llamó era el cliente que estaba esperando. Y después de saludarlo y conversar un poco con él, me comentó, que no podríamos realizar el trabajo esa semana, debido a que se la había presentado un inconveniente.
Y aunque estaba un poco decepcionado por la noticia, decidí no hacer mucho caso a la situación y decidí irme a mi área de trabajo a terminar algunas cosas pendientes. Y después de sentarme en el escritorio para revisar algunas cosas, sentí un olor a cable quemado, y al revisar, me di cuenta de que el ventilador se había parado.
En ese momento, me levanté rápido para apagar el ventilador, pero cuando me paré, no me di cuenta y sin querer tumbé un vaso de agua de la repisa, cayendo el vaso de agua sobre el teclado de la computadora y el teléfono celular.
Al salir del cuarto, me conseguí con mi madre y una vecina en la sala, les comenté lo que me había pasado en el transcurso de la mañana y me reí, de la situación. La vecina, muy sonriente, me dijo: "Menos mal que lo tomaste por el lado positivo, ya que hay días que uno se levanta con el pie izquierdo."
En ese momento, aunque estaba muy molesto, solo me quedó reírme, asumí que me levanté con el pie izquierdo ese día, así que deje de lado todo lo que tenía pendiente por hacer y me quedé con los viejos, la vecina y mi compañera, viendo una serie de Netflix, mientras me reía de mi suerte de ese día, ya que sabía que a los pocos días todo se arreglaría.
Gracias por leerme.